BQB (Best Quote of the book):
"No soy un hombre de flores y corazones. No me interesan las historias de amor. Mis gustos son muy peculiares"
Sinopsis:
Cuando la estudiante de Literatura Anastasia Steele recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y también muy intimidante. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea. Cuando la pareja por fin inicia una apasionada relación, Ana se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Grey, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos...
Lo bueno
Después de escuchar mil comentarios de todo tipo sobre "el libro del momento" me decidí a leerlo y formarme mi propia opinión; pero como las críticas más respetables (a mi juicio) eran muy negativas, mis expectativas eran bajas, así que quedé gratamente sorprendida al encontrarlo muy entretenido y con un personaje interesante: Christian Grey.
Sin embargo, creo que eso es lo único bueno que puedo decir; la trama es muy ligera y lo suficientemente intrigante como para mantenerte leyendo toda la trilogía, y eso se lo debemos al conflicto central: Los peculiares gustos sexuales de Grey, y hasta qué punto se involucra Anastasia en ellos.
En cuanto al erotismo, casi no he leído libros de ese línea, pero de cualquier manera, no es nada escandaloso y al menos está bien planteado en cuanto al lenguaje. Temía encontrarme con un "erotismo" burdo, torpe y mal logrado como el de Luna Negra, al menos no fue así.
Lo malo
En este punto hay mucho más que decir.
Cincuenta Sombras de Grey me hizo recordar un libro que leí hace poco: Cómo no escribir una Novela y preguntarme constantemente por qué los editores no trabajaron en limpiar el texto y decidieron publicarlo así, con tantos errores tan palpables. Creo que la respuesta es: no tenían que hacerlo. Cualquier editor estaría consciente de la mina de oro que significa la versión erótica de Crepúsculo (y que ya era un éxito en los blogs): La misma fórmula: el hombre de mundo, millonario, guapo, seductor y peligroso; y la chica ingenua que se enamora; y agregando el elemento que faltaba, el elemento que llevó a miles a escribir fanfics para llenar esa "necesidad" que Meyer decidió dejar en el limbo: El sexo. Y el sexo, como sabemos todos, vende, y vende mucho.
Es más que evidente que la autora tiene recursos narrativos muy limitados y vicios exasperantes, como repetir hasta el hartazgo el tic de Ana de morderse el labio, sus desvaríos internos entre su subconsciente y "la diosa que lleva adentro" y las piruetas gimnásticas de ésta, que lejos de divertir, provocan ganas de lanzar el libro contra la pared.
Y eso sin entrar a analizar que E. L. James (la autora) considere que la fuerza de la "diosa interior femenina" es directamente proporcional al grado de perversión y violencia sexual que es capaz de soportar...
Por otro lado, en esta obra padecemos de un exceso de situaciones y descripciones que parecen de relleno, que no llevan a nada, y una protagonista bastante tonta con pensamientos bobos que hacen incomprensible que resulte cautivadora para Grey, aunque tal vez se deba a que él no se encuentra dentro de su torpe cabeza, como nosotros: "Siento como si me hubiera entrevistado para un trabajo, pero no estoy segura de por qué" ¿pues cómo que por qué? Ahí no hay ningún misterio, el tipo quería saber sobre su vida y ya.
E. L. James busca constantemente poner "misterios" en donde no los hay, logrando solamente que Anastasia parezca tener algún retraso mental.
Lo feo
La primera parte del libro me pareció pésima, con una protagonista sosa que se ruboriza cada 5 minutos y un galán sin matices, antipático y distante; todo ello aderezado con frases de Crepúsculo fusiladas tal cual pero sin el talento de Stephenie Meyer. Sí, Meyer es una autora con sus limitantes, pero con dos puntos fuertes: su capacidad para transmitir los sentimientos de los personajes y su habilidad en la construcción de diálogos, que llevan al lector a sacar una lista interminable de "frases favoritas". Sin embargo, lo que hace James es usar las mismas frases, pero en un contexto pobre, de tal forma que no tienen ningún impacto. Digamos que comparada con James, Meyer es una Jane Austen.
y la lista de "similitudes" es inmensa:
-Bella/Ana es torpe, introvertida y se ruboriza todo el tiempo.
-Edward/Grey salva a Bella/Ana de ser atropellada por un auto/bici.
-Edward/Grey salva a Bella/Ana de sufrir un abuso por unos tipos/amigo José.
-Bella/Ana tiene un amigo muy cercano, enamorado de ella.
-La madre de Bella/Ana es despistada, inestable, inmadura, casada con alguien que no es el padre.
-Bella/Ana está acostumbrada a cuidar de los demás, no a que la cuiden.
-Bella/Ana no está interesada en las cosas típicas de chicas, como la ropa.
-Bella/Ana es aficionada a la lectura, en especial la literatura inglesa.
-Bella/Ana no quiere aceptarle costosos regalos a Edward/Grey.
-Edward/Grey es caballeroso, millonario, generoso, y sobreprotector.
-Bella/Ana habla dormida.
-Bella/Ana trabaja en una tienda de deportes/ferretería y el hijo/hermano del dueño la pretende.
-Bella/Ana tiene un coche viejo pero con personalidad.
-Edward/Grey le regala un coche muy seguro porque se preocupa por ella.
-Edward/Grey toca el piano y es aficionado a la música clásica.
Creo que el éxito de la trilogía se debe a mucha publicidad, sexo y a la fórmula infalible, que aunque sea más de lo mismo, sigue siendo irresistible: chica buena + chico malo, rico y sexy, que en el fondo no es malo y que evoluciona por amor.
Pensaba escribir reseña de los siguientes dos libros de la trilogía, pero considerando que es sólo más de lo mismo, no creo que valga la pena. A grandes rasgos les diré que en el segundo hay buen suspenso debido a las exes de Grey que entran a escena, y en el tercer libro perdemos al Grey misterioso e intrigante y obtenemos uno bastante ordinario y rogón.
Arrivederci
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