CALIFICACIÓN: 7/10
Una trama interesante pero que se arruina por lo extenso del libro y el exceso de personajes y tramas secundarias.
Sinopsis:
Rowan Mayfair, una bella neurocirujana consciente de sus poderes especiales, encuentra a un ahogado en la costa de California y consigue devolverlo a la vida. Ambos se enamoran ferozmente y establecen una apasionada alianza para desentrañar el misterio del pasado de ella y dominar un don maligno que le ha sido conferido a él tras su accidente. Rowan, aunque todavía no lo sabe, desciende de una dinastía de brujas que se remonta al siglo XVII y cuya historia empezó con una escocesa quemada en la hoguera...
Alguna vez leí que Anne Rice no permitía que le editaran sus libros. Creo que La hora de las brujas es un ejemplo de ello (o debería serlo), porque sin duda la historia se hubiera visto beneficiada si hubieran dejado fuera al menos 500 páginas (el libro tiene más de 1200), donde, básicamente, cierto personaje está leyendo un informe sobre la familia Mayfair, es decir, es un eterno, confuso y tedioso flashback sobre todo su árbol genealógico.
La hora de las brujas resultó en una decepción para mí, en especial porque me encanta la trilogía (se que hay más libros, pero me refiero a los tres principales) de Crónicas Vampíricas: Entrevista con el vampiro, El vampiro Lestat y La reina de los condenados.
Así que ya se imaginarán que mis expectativas eran muy altas. Y aunque el conflicto central sí me gustó, así como los misterios alrededor de Rowan, los cientos y cientos de páginas sobre toda la historia de la dinastía fue demasiado para mí. Y no por la longitud del libro (uno de mis libros favoritos, La rebelión de Atlas, tiene la misma extensión), sino por lo tedioso.
El impacto y la fuerza de los conflictos centrales se diluyen entre tanto material extra.
A pesar de eso, aún guardaba esperanza con el desenlace, pero me dejó sentimientos encontrados. Digamos que una parte de lo que pasó me gustó y otra no, en especial el giro extraño y hasta gore que tomó.
Por todo esto, creo que tendré que incluir La hora de las brujas en la infame lista de LIBROS
Frases favoritas:
¿Qué era el vudú sino un culto al demonio? ¿Y qué pecado era peor: el asesinato o el suicidio?
Ahí estaba aquel sonido, un sonido tan débil que algunos médicos no alcanzaban a oír, pero ella sí, el ruido de
un caudal de sangre que se precipitaba hacia un punto.
A medida que morían los seres queridos, perdíamos nuestros testigos, nuestros observadores, aquellos que conocían y comprendían las insignificantes tramas de nuestra vida, esas palabras escritas en el agua con un palo. Y sólo quedaba la corriente incesante.
Uno de los grandes consuelos de la vejez es que ya no hace falta que te comprendan.
A alguna gente no le gusta vivir . Simplemente no soportan la vida, la sufren como si fuera una
enfermedad terrible.
Arrivederci
Arrivederci
