CALIFICACIÓN: 10/10
Stephen King logra su cometido con esta obra, en la que comparte consejos prácticos sobre el oficio de escribir, con un balance perfecto entre autobiografía, humor y perlas de sabiduría.
Sinopsis:
Mientras escribo empieza el relato de la asombrosa infancia de Stephen King y su extraño y temprano interés por la escritura. Una serie de vívidos recuerdos de la adolescencia, de la universidad y de los años de lucha que lo llevaron a la culminación de su primera novela, Carrie, aportan al lector una amena y divertida perspectiva sobre la formación del escritor. King describe las herramientas básicas del oficio y expone sus opiniones personales sobre el secreto de la escritura. Mientras escribo culmina con el conmovedor relato de cómo su necesidad de escribir lo estimuló para recuperarse de su casi fatal accidente en el verano de 2000.
Mientras Escribo me sorprendió gratamente. Me decidí a leerlo por recomendación de mi colega, la escritora Stefania Gil, sin embargo, no tenía muchas expectativas, pero resultó mucho mejor de lo que esperaba. Es ameno, interesante e inspirador. Muy recomendable, no sólo para quienes nos dedicamos a la escritura.
Stephen King logra un perfecto balance entre la autobiografía, el humor y las perlas de sabiduría de aplicación práctica que comparte a lo largo del libro. Además, conocer las dificultades económicas en que vivía antes de alcanzar fama y fortuna brinda una diferente perspectiva. Normalmente nos fijamos en el éxito de la gente sin pensar mucho en todo el camino que andaron antes de llegar ahí. King también hace una exposición intimista y honesta sobre sus fracasos y errores, como cuando abusaba de las drogas y el alcohol, o el proceso de recuperación despues de haber sufrido un terrible accidente. Esta manera de aproximarse a la escritura de este libro lo hace sentir cercano y real, lo cual es un plus en un ensayo que muy bien pudo enfocarse tan solo en los consejos de escritura.
Algo interesante que me sucedió. Este es el primer libro que leo de King, y me gustó tanto su estilo, la forma como aborda el oficio y hasta su personalidad, que me ha "convencido" de leer sus novelas.
Lo curioso es que con otro autor me sucedió a la inversa. Leí De que hablo cuando hablo de correr, de Haruki Murakami, para ver si me gustaba su estilo y animarme a leer sus obras, que son tan populares. Pero no. El ensayo no es malo, pero me dejó indiferente.
Ya sé que a lo mejor una obra de no ficción no es la mejor manera de juzgar a un autor de novelas, pero yo creo que sí te puede dar un buen vistazo sobre quién está detrás de la pluma. A final de cuentas, los autores son storytellers, y si saben hacer ameno un ensayo, seguro lo saben hacer aún mejor con ficción.
Por lo pronto, planeo leer próximamente El resplandor, de King. Y de Murakami... pues nada. Al menos no por ahora. No hasta que encuentre una buena razón para ello.
Frases favoritas:
Escribir es humano, editar es divino.
Escribir es una labor solitaria, conviene tener a alguien cerca que crea en ti.
Es mala idea dejar algo a medias solo porque presente dificultades emocionales o imaginativas.
Leyendo prosa mala es como se aprende de manera más clara a evitar ciertas cosas.
Nadie puede aspirar a seducir a otra persona por la fuera de la escritura hasta no haberlo experimentado personalmente.
Si no tienes tiempo de leer, es que tampoco tienes tiempo (ni herramientas) para escribir. Así de sencillo.
La lectura constante te lleva a un lugar (o estado mental) donde se puede escribir con entusiasmo y sin complejos.
La narrativa consiste en descubrir la verdad dentro de la red de mentiras que es la ficción.
La descripción convierte al lector en partícipe sensorial de la historia.
Escribir narrativa no tiene nada que ver con la cobardía intelectual. Los aspirantes a censores son legión, y aunque no coincidan todos en sus prioridades, a grandes rasgos quieren todos lo mismo: que veas el mundo como ello, o, como mínimo, calles lo que ves diferente. Son agentes del orden establecido: no tienen por qué ser mala gente, pero sí peligrosa para el adepto a la libertad intelectual.
Arrivederci
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