Lo que el viento se llevó

 

CALIFICACIÓN: 10/10

Puedo asegurar que Lo que el viento se llevó es mi lectura favorita en lo que va del año, tiempo en el que he leído 19 libros. 

Sinopsis: 
Scarlett O'Hara vive en Tara, una gran plantación del estado sureño de Georgia, y está enamorada de Ashley Wilkes, que en breve contraerá matrimonio con Melanie Hamilton. Estamos en 1861, en los prolegómenos de la guerra de Secesión, y todos los jóvenes sureños muestran entusiasmo por entrar en combate, excepto el atractivo aventurero Rhett Butler.

A Butler le gusta Scarlett, pero esta sigue enamorada de Ashley, que acaba de hacer público su compromiso con Melanie. Despechada, Scarlett acepta la propuesta de matrimonio de Charles, el hermano de Melanie, al que desprecia.

Años más tarde, y como consecuencia del final de la guerra, ya viuda, Scarlett debe afrontar situaciones nuevas como el hambre, el dolor y la pérdida e instalarse en Atlanta, donde Melanie espera noticias y de Ashley y Butler aparece de nuevo...

Lo que el viento se llevó es una joya literaria que te sumerge por completo en la cotidianeidad de la vida sureña, y la manera en que la realidad de los personajes de la historia se ve destruida por la Guerra de Secesión. 

Margaret Mitchell hace un trabajo magistral en todas las áreas de la novela: El argumento, la evolución de los personajes y lo humanos que resultan, la descripción de lugares y de la vida sureña en las plantaciones, la perspectiva de los habitantes de la zona respecto a la guerra y la esclavitud, la corrupción en los grupos de poder, y el dolor cuando el mundo que amas por sobre todas las cosas, desaparece para siempre.

Un aspecto que me encantó es que los protagonistas están muy lejos de ser perfectos. Ni Scarlett, ni Rhett, ni siquiera Ashley, son personajes romantizados. Al contrario, son complejos, interesantes, y cada uno hace evidente de forma progresiva, su lado más oscuro y patético. Somos testigos de cómo tendrán que pagar el precio por sus debilidades y sus malas decisiones.

Scarlett con su egoísmo y crueldad, y Rhett con su cinismo, son una delicia de leer. 

Lo que el viento se llevó, a pesar de ser una novela de más de 1200 páginas, no se hace pesada en ningún momento. Tiene un ritmo ágil y constante, no le sobra ni una sola página. Eso es muy destacable, porque lo más común en obras tan extensas es que tengan mucho texto que el lector siente que sale sobrando. 

Mi personaje favorito fue sin duda Rhett Butler. Impertinente, divertido, sincero hasta la grocería, rebelde y confrontativo, resulta muy refrescante, en especial cada que reta a Scarlett o les dice sus verdades a los sureños, verdades que, por supuesto, a nadie le gusta escuchar.

Si solo han visto la película, les recomiendo que lean la novela. Ofrece más información histórica, la experiencia es mucho más enriquecedora y tiene muchas escenas importantes que en el filme modificaron por fines políticos o de marketing. 

Frases favoritas:

No hay mujer que cambie a su marido en lo más mínimo: no lo olvides.

Lo que lo señores dicen y lo que piensan son cosas muy diferentes.

Tú puedes amar y odiar con una violencia para mí imposible. Porque eres elemental como el fuego, el viento y las cosas salvajes.

Sé lo que piensan (las damas), pero nunca tienen el valor o la falta de educación de decir lo que piensan. Y esto, con el tiempo, es un aburrimiento.

En realidad, los hombres daban con gusto cualquier cosa a las mujeres, excepto el reconocimiento de su inteligencia.

Hasta que uno no ha perdido la reputación, no comprende que era un peso enorme y que la libertad es algo formidable. 

Combato por los viejos tiempos, por las viejas costumbres que amo tanto y que temo desaparezcan para siempre. Porque, venciendo o perdiendo, nosotros perderemos de todos modos.

—Y entonces, ¿por qué Ashley no había de hacer lo mismo? 

—Porque es un caballero —respondió Rhett. 
Y Scarlett quedó maravillada de cuánto cinismo y desprecio podía contener una expresión tan honrosa.

Me asusta afrontar la vida sin la suave belleza de aquel mundo nuestro que fue y que ha desaparecido.

¡Las mujeres pueden hacer cualquier cosa, todo, sin el auxilio masculino..., excepto tener hijos, y Dios sabe que ninguna mujer que esté en sus cabales tendría hijos si pudiese evitarlo!

Ya le he dicho que la sociedad no quiere que nadie se destaque. Es el único pecado que no perdona. ¡Desdichado del que es diferente de los demás!

Por primera vez en su vida sentía a alguien más fuerte que ella, alguien a quien no podía dominar ni romper.

Yo no voy por el mundo haciendo buenas obras, si puedo evitarlo.

Soy demasiado viejo para soportar la carga de mentiras corteses, que nacen de vivir en continua desilusión.

¡Eres tan cruel con los que te quieren, Scarlett! Coges su amor y lo sostienes sobre sus cabezas como un látigo.

Arrivederci