CALIFICACIÓN: 9.5/10
En este fascinante libro de ficción histórica continúa la historia de Alejandro Magno, narrada por Bagoas, un cortesano persa que se convirtió en su fiel sirviente y amante.
Sinopsis:
Basada en una figura histórica, El muchacho persa cuenta los
últimos años de vida de Alejandro Magno a través de los ojos del que fuera su
amante, Bagoas.
Hijo de un noble ejecutado por traición, vendido como
esclavo y castrado cuando era niño, pasó al servicio de Darío III y,
tras el asesinato de este, fue regalado al joven macedonio. Su relación
sostendrá a Alejandro mientras este tiene que hacer frente a varios complots de
asesinato, a las demandas de dos esposas, a los motines periódicos de su
ejército y a su formidable carácter. Bagoas será también testigo de los
profundos lazos de amistad y de compromiso que el emperador tiene con sus
soldados.
Renault nos enseña cómo este muchacho persa podría haber
comprendido y apoyado los fervientes planes de Alejandro mejor que cualquiera
de sus generales.
"Las novelas históricas de Mary Renault están entre las mejores jamás escritas", dijo el Washington Post en su reseña de esta obra, y estoy totalmente de acuerdo.
En "El Muchacho Persa" continúa la historia que comenzó Mary Renault en la entrega anterior "Fuego del Paraíso" (Fire from Heaven), en donde seguimos la vida de Alejandro Magno desde su infancia hasta la muerte de su padre. En este libro vemos sus batallas, sus sueños y sus relaciones desde que comienza su reinado hasta su muerte.
Bagoas, quien fue un cortesano persa, me encantó como narrador. Conocerlo desde niño y las crueldades de las que fue víctima crea una empatía inmediata con el personaje. Su relación con Alejandro y los sentimientos de ambos son conmovedores y entrañables. Sus debilidades y errores hace su historia cercana, humana y creíble.
Me resultó de lo más interesante leer una novela basada en la realidad, plenamente documentada. Es como echar un vistazo detrás de lo cortina a lo que fue, y a lo que pudo haber sido.
Como el hecho de que Darío III era un cobarde y cada que Alejandro le ganaba en una batalla, salía huyendo. O cómo Alejandro era un libertador de pueblos, y a pesar de ser el conquistador, no los esclavizaba.
Conocer el choque cultural que narra Bagoas es otro aspecto muy enriquecedor para el lector; el contraste entre la sofisticada Persia y los arrojados, valientes y "salvajes" macedonios.
La manera como plasma Renault la personalidad de Alejandro, y la lealtad y cariño irrevocable que despertaba entre sus soldados y las personas que lo seguían, llevan al lector a sentir la misma admiración y afecto por el personaje.
Lo único que no me gustó de este libro es que fue muy doloroso ser testigo de traiciones y envidias de las que fue víctima Alejandro, y peor aún, ser testigo de su muerte.
Por tal razón no leeré el tercer libro de la trilogía "Juegos Funerarios" (Funeral Games). Todavía estoy de luto 😢 y no quiero leer sobre un mundo donde él ya no está (sí, así de fuerte me enganché con la historia y el legendario Alexandros 😛).
Y bueno, me gustó tanto y aprendí tanto de la historia de Macedonia, Alejandro y su padre, que no puedo esperar a poder visitar Grecia y en particular, la tumba de Filipo II. SÍ, HACE COMO 40 AÑOS ENCONTRARON SU TUMBA. ¿No es fascinante? ¡Tiene más de 2000 años! Y estaba intacta! Encontraron sus huesos en un cofre de oro, su armadura, sus espadas...
Aquí les dejo el link al respecto, por si también les apasiona este tema como a mí: https://www.aigai.gr/en
Lo que es verdaderamente lamentable es que la tumba y los restos de Alejandro están perdidos. Durante muchos años fueron visitados por grandes personajes de la historia, emperadores, reyes, incluyendo a Julio César y a César Augusto, que admiraban al invencible estratega y rey guerrero. Pero un mal día, después de un terremoto y un gigantesco tsunami, se perdió el rastro de sus restos y nadie sabe donde están.
Hasta la fecha, los arqueólogos no pierden la esperanza de encontrarlos.
ALGUNAS FRASES FAVORITAS:
"Uno debe vivir como si fuera para siempre, y como si
uno pudiera morir en cada momento. Siempre ambas a la vez "
"Sus astucias y ataques por sorpresa constituían una obra de arte,
y a los artistas los sana su propio arte"
"Contempló las rutilantes estrellas forjando nuevos anhelos
de la misma manera que un poeta forja un canto"
"Empecé a rezarle a un Dios desconocido para que, después de habernos ahogado,
pudiéramos renacer juntos"
"Odiar la excelencia es odiar a los dioses"
"Siempre hay hombres que se comparan con la grandeza y la odian no por lo que es,
sino por lo que ellos no son"
Arriverci
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